José León es congresista e integra el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Perú Posible. En esta entrevista
responde a las puyas de Juan Sheput –integrante de su partido que desea ser
candidato municipal–, respalda la gestión de Susana Villarán y reconoce que a
Alejandro Toledo le va a costar recuperar su imagen.
Juan Sheput ha dicho que no se está respetando un acuerdo previo
dentro de Perú Posible: presentar un candidato propio a la alcaldía de Lima…
Él ya está en campaña; es un precandidato que no ha inscrito su candidatura.
Juan está usando este momento para confrontar; quiere demostrar que, entre
todos los precandidatos, es el mejor. Una estrategia así es natural, pero lo
cierto es que el acuerdo al que Sheput alude no existe. Es más, la posibilidad
de formar una alianza siempre estuvo latente.
Entonces, lo que vemos estos días no es una crisis, sino la
muestra de las ambiciones políticas de Sheput…
Repito: él está buscando su posicionamiento político. Esto es un uso frecuente
en política. Sheput es mi amigo, nos frecuentamos, pero él no integra el CEN, sino la Comisión Política (CP). En Perú
Posible, la CP evalúa y recomienda, pero no toma decisiones; las decisiones las
toma el CEN.
¿Perú Posible puede llegar a la alcaldía de Lima?
Sí. De lo contrario, no participaríamos. Los éxitos de un candidato se
construyen. Castañeda no es invencible: en las elecciones presidenciales
pasadas también llegó a tener 60% de intención de voto, ¿pero dónde terminó?
¿Cree que Susana Villarán ha hecho una buena gestión?
Ha sido una buena alcaldesa y ha sentado las bases para un cambio estructural
de Lima. Yo le pondría 13 a su gestión.
Si ha sido tan buena, ¿por qué solo tiene 21% de aprobación y 8%
de intención de voto?
Porque la gente siente que Lima está congestionada, llena de delincuencia…
¿Y no es así?
Sí, pero pongamos las cosas en su real dimensión: en cuatro años no podía
cambiar la ciudad, sus reformas son estructurales.
Entonces, necesita cuatro años más…
Podrían ser más. Cambiar una ciudad, cambiar un país, toma tiempo y hay un
precio político por pagar: nos pasó a nosotros con Alejandro Toledo, que llegó
a tener solo 6% de aprobación, pero luego Alan García y Ollanta Humala
cosecharon lo que nosotros sembramos. Lo mismo pasa con Susana Villarán, cuya
gestión aún no ve resultados… pero los verá.
¿Existe Perú Posible?
No puedo negar que la investigación contra nuestro líder, Alejandro Toledo, nos
afectó, pero de las debilidades brotan las fortalezas, y Perú Posible ha sabido
revertir esta situación, pues nos unimos más, nos hicimos un puño. Perú Posible
está maltratado, pero vive.
Perdieron varios parlamentarios…
Pero no fue por Toledo, sino por ambición, y ponen delante de su compromiso con
el pueblo y su partido sus ganas de ocupar un cargo. Esto pasó en Perú Posible.
¿Por qué los partidos políticos no terminan de afianzarse?
El desprestigio de los partidos y de nuestra clase política nos arrastra; nos
lleva de encuentro. Esta crisis se produce porque, en el Perú, la política no
es reflexiva, es emotiva; no es inteligente, es reactiva. Por eso, elegimos
gente que no aporta nada y, después, sale por la ventana.
¿No deberían hacer un ‘mea culpa’? Ustedes los hicieron
candidatos…
Reconozco ante el país que nos equivocamos rotundamente al escoger a
advenedizos, a improvisados.
¿El dinero es un factor determinante para elegir a sus
candidatos?
No puedo negar que, cuando Perú Posible seleccione a sus candidatos, se fije en
la parte económica. Le repito: la política no es inteligente. Hacemos
elecciones de facto, por dinero, por dádivas. Por eso, el Estado debería
financiar a los partidos; así evitaremos que el dinero sucio –el del
narcotráfico, por ejemplo– se meta en la política.
¿Toledo tiene futuro político?
Le va a costar recuperar su imagen, pero tiene futuro porque en política no hay
muertos. Toledo va a salir bien librado, conozco el caso por dentro…
Conoce sus mentiras, dirá…
(Ríe) Yo diría que conozco sus exabruptos… a los que la gente llama mentiras.
¿Toledo no nos mintió?
Dijo cosas que no eran exactas: apuradas, desinformadas. El Perú dice que son
mentiras, y quizás caigan en esa categoría, pero le confieso algo: yo fui quien
le pidió que le pida perdón al país por sus dichos. Me costó convencerlo, porque
él sabe que no ha cometido ningún delito. Sé que impondrá su verdad, pero le va
a costar una inmensidad recuperar su imagen.
¿Qué alianzas están haciendo para blindarlo?
No necesitamos blindarlo porque es inocente. Recuerde que ni siquiera tiene el
beneficio del antejuicio político, es un ciudadano común y corriente.
AUTOFICHA
- Lamentablemente, por la presión mediática que hubo en mi
contra, mi familia decidió vender el hotel que teníamos en Trujillo, pero
seguimos en el rubro hotelero.
- Fui ministro de Agricultura y tuve que renunciar a mi cargo
por esa falsa denuncia. Impuse mi verdad y acabé con esa patraña.
- No vivo de mi
sueldo como congresista. Soy empresario. Tengo experiencia en política y, por
eso, tengo mucho cuidado para evitar cualquier conflicto de intereses.
Fuente: Perú21
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